Ya desde que Redín en el 2001 nos abrió el camino teníamos muchas ganas de comenzar en Pamplona y llegar hasta Castejon de Sos. Teníamos ganas por el paisaje (lo más abrupto de toda la Península), por la aventura (aterrizajes y recogidas muy divertidas) y por el hecho de que ese vuelo representa el primero de dos que están en los sueños de muchos amantes del parapente.

Cruzar los Pirineos en 2 jornadas de vuelo es posible o algunos así lo creemos. Las velas aumentan poco a poco sus prestaciones y el nivel de pilotaje también, cada vez somos más rápidos. La meteorología es caprichosa,  pero algún día saldrán las condiciones. Cuando por fin concurran todos esos factores un fin de semana se cumplirá nuestro sueño.

Con todos estos pensamientos vimos una superprevisión el Viernes que una vez más nos alimentaba  la esperanza. Techos de casi 4000 y viento muy escaso de NE o casi nulo, suponíamos que mandarían las brisas de valle,  daban un buen planning de vuelo.

Una de las grandes decisiones fue el despegue. Tenía la posibilidad de despegar en Arangoiti asegurándome gran parte del vuelo. Otra era arriesgarme, despegando temprano de la Higa de Monreal  con condiciones flojas y con riesgo de perder el día. En este caso si  triunfaba añadía  25 km más al casillero cuando llegara a Arango y aun sería temprano para continuar el viaje.

Tras meterme unas cuantas balizas en el gps, remirar las previsiones y convencer a mi padre para que me subiera (¡Gracias papá¡). Despego a las 13:20 más, menos de la Higa de Monreal. Los buitres apenas giran y yo caigo como una piedra. Decido ir hacia Izaga  para ver si suelta algo. La tensión aumenta y eso que  acabo de comenzar el viaje, estoy casi a 20 mts del suelo y un buitre me marca algo,  +0,5 ¡¡Bien, aquí me quedo hasta que pille altura¡¡. Con mucha paciencia giro tras giro voy ganando altura lentamente y casi una hora después, estoy a 2100 mts camino de las estribaciones de Arango habiendo salvado la primera dificultad.

Por el camino intento pillar algo, pero el valle aún no funciona muy bien, así que llego a la Ermita (lado Oeste de Arango) muy bajo. Esta vez no suben mucho las pulsaciones pues en esa zona siempre están nuestros amigos los buitres, en este caso marcando un precioso +3. Entre ellos se encuentra Xabi que se uniriría conmigo hasta la Sierra de Orba.
Curiosamente la parte más facil del vuelo, en teoría, iba a ser esta sierra pero aun siendo muy conocida por la Liga Norte  se convirtieron en 25 km de termicas guarras y meneos raros que me pusieron como máximo a 2400 mts y con muchas ganas de pirarme de allá.

Ya en Orba rondando los 2000 mts me enfrento a otro punto delicado del vuelo, enlazar con Echo. Confiando en la vela, las condiciones del día, en mi mismo y en el Espíritu Santo le meto acelerador y con transiciones de 50 y 60 km/h voy cruzando todas las pequeñas sierras que me separan de mi objetivo. Apenas a 200 mts del relieve y comiendo mucho sotavento la situación es crítica. No consigo pillar altura en ningún punto, pues las termicas son flojas y rotas. No hay casi carreteras en esa zona y no consigo contactar con la radio. La pateada se plantea bastante grande. Aun así consigo llegar a unos 3 km al sur del pueblo de Echo y casi  con intenciones de aterrizar, cuando, de repente, una ligera pompa me permite ascender unos metros. Giro tras giro derivo hacia el Bisaurin por un valle bastante angosto y lleno de pinos en el cual no podría aterrizar si fuera necesario. Pero las ganas ocultan el miedo y tiro "p´alante".

La ascendencia no termina de romper, es muy suave.  Como no tengo otra cosa que hacer ni quiero pasarme las horas desenredando la vela de algún pino de 15 mts, sigo y sigo mareando la perdiz. hasta los 2350 mts, donde dejo la térmica pues aburre un poco subir tan despacio. Me lanzo directo hacia Blancas a  toda pastilla, alrededor de 60 km/h acelerado. Intento ganar tiempo pues pasar por Bisaurin y Aspe aunque bonito (ya hemos ido otra veces) es perder un tiempo valioso que sé voy a necesitar al final del día.

Llego con la altura del despegue y no pillo naa,  así que pa Collarada muy bajito y cagao. Allí otra vez una térmica archiconocida por los buitres del lugar me coloca a ± 2850 mts pero el cielo se esta cerrando mucho. La zona Francesa tiene muy mala pinta, incluso veo algún rayo cerca del Midi d'Ossau. Por si fuera poco algún cumulonimbo se anima a la fiesta.

Ya llegados a este punto las nubes no me achican y decido llegar aunque sea hasta Biescas. Me hincho a hacer fotos y navego con relativa rapidez pues las nubes crecen y no parecen muy amigas. En todo momento estoy por encima de los 2500. Se me acaba la sierra y ya veo Tendenera. El cielo parece que se abre un poco, tengo buena altura y muchas ganas de seguir volando así que paso de Biescas y sigo hacia Ordesa por Tendenera.

El paisaje es increíble pero me llevo una sorpresita en Sierra Tendenera. No se ni cómo ni por qué, esa peazo de sierra de caliza pura, con grandes cumulus horribilis encima y sin aterrizajes posibles ¡¡No tiene térmicas¡¡ Además la sierra al sur de ésta, aunque más baja no me deja espacio para escapar hacia el valle. Las contracciones de mi pobre corazoncito aumentan, el cielo se apaga, pues todo se convierte en una sombra transilvénica. Milagrosamente un velero que pasaba por ahí me vio algo perdido y amablemente me indica una buena térmica salvadora que me coloca cerca de los 3000 mts. Después del susto soy precavido y me dirijo hacia Broto pues esta todo muy oscuro. Quince minutos  más tarde esas nubes negras soltaban agua en casi todo el Parque Nacional de Ordesa. Es una tormenta aislada con un cumulonimbo de unos 6000 o 7000 mts, que me obliga a dirigirme hacia el SE hacia Sierra Ferrera.
Por el camino consigo la altura máxima del día: unos 3100 ¡¡a las 18:30¡¡ pero el viento es intenso y aquellos valles son muy cerrados y sin aterrizajes. Veo la sierra de las Cutas a mi izq, la de  las Sucas alejándose en mi camino hacia Peña Montañesa..¡es impresionante, tierra de lobos pura y dura¡. El viento y la escasez de termicas no me permite enlazar con Sierra Ferrera  y termino mi vuelo en Escalona a pies de Peña Montañesa.

Pueblecito donde termina el vuelo y comienza la aventura de la vuelta a casa que es breve; pues primero un alma caritativa me alcanzó hasta Ainsa y después otra  hasta Jaca .Allí me esperaban Ángel e Idoia,  a los cuales les doy las gracias, que me permitieran estar en casa a eso de las 23:30.

Si has leído hasta aquí y te ha parecido largo lo siento, pero esto ha sido un gran vuelo para mi y con pocas palabras no puedo describirlo.

Nota del Webmaster: 6 horas de vuelo; 138.8 km; techo máximo: 3.107 m; mínimo: 588 m